Las impresoras en tres dimensiones han evolucionado mucho, tanto en lo que respecta a modelos, funciones, precio y, fundamentalmente, demanda de las mismas. Es por ello que en el ámbito de la oficina se está volviendo común observar su presencia. Sin embargo, ¿Son estos aparatos tan necesarios como se están intentando ver? A continuación analizamos las razones por las que se deben adquirir y los motivos por los que no.
La impresión en 3D llega a nuestras vidas
Aunque a priori esta tecnología pueda parecer poco útil en el ámbito de la empresa, son varios los campos científicos que actualmente la utilizan, entre ellos la construcción, la ingeniería aeronáutica y la medicina. Sin embargo, otras voces animan a utilizar estos objetos en otros sectores y dándoles otras aplicaciones, como por ejemplo, el arte.
De hecho, son muchos los artistas que han empezado a trabajar con este formato, puesto que se caracteriza por un mecanismo sencillo, en el que únicamente hace falta un patrón digital y la impresora 3D cuya comercialización es cada vez más barata.
De hecho, desde hace dos años la aparición y consumo de estas tecnologías materializadas en impresoras no ha dejado de crecer. Como tampoco lo han hecho sus compradores, puesto que cada vez son más los hogares, y sobre todo las empresas, que cuentan con ellos.
Ello es resultado de sus aplicaciones, que van desde la creación de objetos cotidianos hasta regalos de alta gama. Pero las impresoras 3D también se han extendido al sector servicios. De hecho, existen cafés dedicados a este tipo de impresoras, en las que los usuarios pueden disfrutar de una bebida a la vez que aprenden a utilizar las impresoras de estas características y a fabricar sus propias creaciones.
Inicios de la impresora 3D
Actualmente es fácil encontrar tiendas que nos vendan impresoras 3D por un precio más que razonable. En nuestra misma web encontrarás la prusa lista para usar por menos de 400€. Ver impresora Prusa.
y en el mismo departamento 3d podrás encontrar todo tipo de colores con dos materiales distintos para la impresión en 3D.
¿Pero cómo empezó todo esto?
En el año 1992 se empezaron a fabricar los primeros prototipos por casas, la primera impresora que se hizo del tipo estereolitográfico, y la realizó la marca 3D Systems. Básicamente el funcionamiento de este equipo se trata de ir solidificando lentamente un polímero que con la temperatura se vuelve un liquido denso de color amarillento, esto generando capa tras capa nos crea el volumen esperado. En este primer caso aunque habían múltiples imperfecciones, se vió el gran potencial que podrían tener este tipo de máquinas.
En 1999 se implementó para una persona el primer órgano que había crecido en un laboratorio, una vejiga urinaria la cual tenia un recubrimiento sintético creado con las células madre de la misma persona. El departamenteo de medicina regenerativa del Instituto Wake Forest empezó la impresión 3D de órganos creados a partir de células madre y por ello generando un rechazo casi nulo en la persona en la que se implanta.
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En 2005 abre sus puertas RepRap, situado en la Universidad de Bath, estos tuvieron la idea de construir una impresora 3D replicable, es decir que ella misma puede imprimir sus propias piezas en general para poder hacer otra igual. Evidentemente la parte electrónica es necesaria adquirirla a parte. Pero en general es la primera máquina pensada para que pueda llegar al público general, y que la impresión 3D deje de ser algo inusual. Posteriormente esta empresa saca al mercado la primera impresora 3D, con la capacidad de repararse ella misma, es decir de hacer sus propias piezas. En este mismo año Shapeways lanza una página con intención cooperativista de mostrar diferentes diseños 3D, participan arquitectos, artistas y diseñadores
En 2006 se inventa la primera máquina que utiliza un laser para derretir los materiales en el proceso de impresión, esto se llama, de sintetización de laser selectivo. Esta manera de hacer abre las puertas a la personalización masiva y con ello la capacidad de realizar mecanizados para industria y posteriormente para medicina como las prótesis.
El gran hito en las impresoras 3D se produce este año, consiguiendo no solamente crear sino consiguiendo que alguien vuelva a andar con una prótesis de pierna desde la rodilla, incluida esta. Evidentemente el gran avance ayuda mucho a generar prótesis a medida para cada persona.
En 2009 ya teníamos en el mercado maquinas DIY, es decir máquinas en kit para realizarse uno mismo su impresora 3D. Este mismo año llega de la mano del dr. Gabor Forgacs, la bio-impresora 3D, con el que imprime el primer vaso sanguíneo.
A partir de aquí empiezan a imprimirse cosas increíblemente grandes e increíblemente pequeñas, se desarrollan materiales de impresión para todo tipo de necesidades e ilusiones. Se imprimen desde fetos a aviones…
En 2011 se fabrica un avión no tripulado hecho en 7 días. Por los ingenieros de Southamplto, en ese mismo año aparece el primer coche, el Urbee realizado por Kor Ecologic, con toda su carroceria impresa con la tecnología 3D. Al mismo tiempo que se empieza a imprimir en oro y plata por la empresa materialise, lo cual permite rebajar sustancialmente los precios de la joyería, con sus diseños personalizados.
En 2012 se realiza el primer implante de protesis de mandíbula impresa en 3D, esta hazaña la realizaron doctores e ingenieros holandeses, con una impresora especialmente creada para esta intención, la empresa creadora de esta impresora es LayerWise. Este tipo de tecnología da un vuelco al “mercado” de la medicina intentando crear y promover el crecimiento de tejido óseo nuevo.
Evidentemente esto no acaba aquí … hemos visto crear de todo por impresoras 3D, desde pasteles o pasta, hasta un riñón… Hasta dónde? Hasta donde la mente creativa nos lleve.
La función más científica de las impresoras
Un material que trae de cabeza a muchos grupos de investigación. Ello se debe a su complicado proceso de sintetización, a pesar de contar con propiedades muy ventajosas para estos dispositivos. Sin embargo, hace poco conocíamos una noticia que puede ayudar a terminar con este problema, noticia que está protagonizada por científicos españoles, quienes podrían tener la clave para ser capaces de sintetizar este especial material.
En concreto, la revista Nanowerk recoge las declaraciones de Ester García, que pertenece al Imperial College de Londres. Unas afirmaciones entre las que destacan las formulaciones realizadas, que cuentan con el flujo y las propiedades físicas necesarias para contar con los filamentos requeridos en el proceso de la impresión 3D. Así, es necesario que estos fluyan a través de boquillas, las cuales les ayuden a fijarse poco después, lo que les permitiría conservar su forma y propiedad de las capas.
Un trabajo conjunto por tres universidades (Warwick, Bath y Santiago de Compostela) basado en la focalización hacia una nueva forma de producir grafeno, el cual pueda ser utilizado por cualquier impresora 3D para crear estructuras tridimensionales.
¿Pero cómo lo han logrado? Para converger este proceso se ha tenido en cuenta grafeno químicamente modificado, al que se le ha añadido éxito y reducción del mismo, añadiendo asimismo una cantidad mínima de polímero, la cual ha sido modificada para conseguir pasta con base de agua.
Todo ello tiene como resultado un material con el grosor y dureza adecuados para ser extraídos a través de una boquilla de impresora, al igual que los procesos basados en el formato FFF. Este permite mantenerse en la misma posición en que ha sido depositado, además de funcionar como soporte para las capas que se formulen a continuación.
Una técnica de crear estructuras tridimensionales a partir de materiales en dos dimensiones, que recibe el nombre de impresión directa de tinta, popularmente conocida como impresión o ensamblado directo, y que de desarrollarse con facilidad permitiría la comercialización de estos productos de manera mucho más destacada que como se hace en el presente.
Nuevos modelos de negocio de las impresoras 3D
A muchos todavía les cuesta imagina una impresora con función 3D y que ésta se encuentre en su casa u oficina. Pero la verdad es que a día de hoy esta posibilidad está más próxima de lo que muchos creen. Dada la caída en el precio de estos aparatos, la difusión de los mismos y el conocimiento de los usuarios, lo cierto es que son muchas las opciones que este modelo de impresora proporciona.
Y es que en la actualidad podemos llevar a cabo la impresión en forma tridimensional de cualquier maqueta, prototipo o diseño que queramos realizar. La pregunta es: ¿Hasta cuándo? ¿Dónde está el límite de este instrumento?
En contra de la creencia general, lo cierto es que los proyectos de impresión en 3D, lejos de considerarse ciencia ficción, son proyectos de investigación, se están desarrollándose en diferentes universidades del mundo.
Así, no estamos cayendo en un error si afirmamos que la impresión en 3D cada día se realiza de una manera más versátil, perfecta y económica. Motivo por el que los expertos ya vaticinan que se tratará de un efecto notable en la ciencia, transformando determinadas ramas y dando lugar a una verdadera revolución tecnológica.
Con este panorama no es de extrañar que cada vez sean más las firmas y fabricantes que se encargan de diseñar y desarrollar este tipo de tecnología de impresión en 3D. Así, marcas como Protorapid, Hewelett Pachard o Roland DG cuentan en sus catálogos con estos tipos de impresoras, los cuales se encuentran a la venta. Interesante ver el vídeo de la empresa Roland DG dónde podemos ver la utilización y cómo se utiliza una impresora 3D.
Una evolución y desarrollo que ha generado la explotación de nuevas líneas de negocio para las empresas. De hecho, en Japón ya se han extendido las cabinas de fotografías 3D, que permiten realizar tu propio diseño, aunque eso sí, en miniatura.
Y sin abandonar nuestro país existe una iniciativa de una empresa catalana que imprime dibujos infantiles en 3D. El objetivo de este proyecto partió de dar vida a los dibujos de la hija de su creador y el mismo le ha dado la posibilidad de trabajar la joyería y la decoración, aunque también se muestra abierto a investigar nuevas líneas de negocio.
Dos ejemplos que nos permiten vaticinar el desarrollo de negocio que en lo venidero van a tener las impresoras 3D. Y a vosotros, ¿qué os parecen estos aparatos?
Las impresoras 3D reducen su precio
Parecía una quimera, pero en relativamente poco tiempo el coste final de las impresoras 3D ha caído considerablemente. De hecho, estos dispositivos han pasado de ser un instrumento susceptible de ser comprado por pocos consumidores –los cuales debían gastarse una media de 2.000 euros en ellas- a tratarse de objetos de relativa facilidad de alcance para todos nosotros.
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Hablamos de las impresoras 3D low cost, una novedosa tecnología popularizada de manera creciente, la cual va a hacer que en poco tiempo hablemos de estas impresoras como objetos cotidianos en cualquier vivienda u oficina, también las bobinas impresoras 3D baratas, han acompañado este cambio.
Con respecto a los modelos más baratos, destacan Printrbot Simple, que a un precio de mercado de 220 euros contiene todo lo necesario para iniciarse en la impresión en 3D, aunque ojo: debe ser montada por lo que es aconsejable comprarla ya montada por un suplemento de en torno a los 70 euros.
También la impresora Makibox A6 es una opción muy competitiva. A un precio de 145 euros más gastos de envíos su principal ventaja se halla en su tamaño, similar a un pack de seis cajas de leche. Opera mediante software de impresión de código abierto y es compatible tanto con Windows como con Linux y Mac.
En tercer lugar hemos querido reseñar la impresora 3D más barata del mercado hasta la fecha: Peachy Printer. A un precio de 75 euros, es también la que presenta dimensiones más reducidas. Así, entre sus ventajas conviene destacar que es la que emplea una resina menos costos y permite, a la vez, crear objetos de alta resolución.
Con respecto al material de impresión, aunque todavía no hemos hecho una comparativa específica, lo cierto es que los expertos apuntan hacia una tendencia similar. De hecho, plásticos ABS y PLA son vendidos online a precios razonables por lo que en establecimientos físicos también podemos encontrar ejemplos similares.
Sin duda, buenas noticias para los amantes de la tecnología y de la adquisición de los últimos avances en esta línea. Desde aquí nos comprometemos a manteneros informados de las novedades que nos traigan estos dispositivos tan particulares.
Pros y contras de tener una impresora 3D
Dentro de los aspectos positivos, destaca el que hace referencia a que las impresoras 3D son máquinas que se pueden utilizar para innovar. Así, contar con una impresora de estas características significa tener una aliada en la oficina en todo lo relacionado con la innovación y la resolución de problemas.
Del mismo modo, este tipo de aparatos permite a sus usuarios diseñar e imprimir aquellas cosas que necesitan. En este sentido, los principales beneficiados son los sectores de la industria, que hacen desde piezas de emergencia a souvenirs. Una manera de cambiar las funciones del negocio.
Por último, dentro de los aspectos más importantes, las impresoras en tres dimensiones destacan porque se trata de un aparato que democratiza el proceso de la manufacturación. Así, en algún momento las personas podrán imprimir las piezas que se rompen de un producto dado o crear un nuevo elemento para mejorarlo.
Sin embargo, las impresoras 3D también pueden resultar contradictorias en el ámbito de una organización empresarial. Así, se pueden convertir en un juguete caro para los miembros de la misma. Ello se debe a que a pesar de la bajada de su precio, estos aparatos de reciente creación requieren una inversión considerable, a la que hay que sumar sus consumibles, no necesariamente baratos.
Del mismo modo, para utilizarlas correctamente, es necesario contar con profesionales competentes y capacitados para su uso. Así, es importante que el equipo esté motivado y concienciado en su utilización, para lo cual deben destinar muchas horas a aprender su funcionamiento.
Finalmente, otro de los límites con los que cuentan este tipo de impresoras es precisamente su reducida capacidad de actuación. Y es que aunque se nos anuncie que son capaces de hacer todo, lo cierto es que en la actualidad las impresoras en tres dimensiones funcionan para hacer piezas pequeñas, por lo que aún su desarrollo concreto está por ver.
Nuevos y curiosos campos de la impresión 3D
Diseñando pasta con impresoras 3D
La pasta, sagrada para los italianos, es la nueva apuesta de la empresa Barilla, la principal empresa alimentaria del país, que está ultimando una impresora 3D que consigue dar a la tradicional mezcla con formas y texturas que hasta hoy no se podían realizar con la maquinaria industrial existente. Con ésta impresora podremos dar la forma que deseemos a la pasta. Véase un ejemplo conseguido con dicha impresora.
Investigando sobre la noticia hemos encontrado éstas declaraciones de Michaela Petronio, vicepresidenta del departamento de I+D de Barilla “Hemos logrado una máquina que permite moldear pasta con formas inéditas, hacer que cada una de ellas pueda tener un ingrediente distinto… Los tiempos de producción quedan muy lejos de los de las maquinarias industriales actualmente en uso, pero la rapidez no era nuestro objetivo: lo que estábamos buscando es la posibilidad de personalizar los alimentos”.
Por el momento es solo un prototipo, pero, ¿Alguien sabe cuánto tardará en expandirse y consolidarse como un electrodoméstico más en nuestras cocinas? Seguramente y según Michaela Petronio, en dos años, podrían incorporarse ya en algunos restaurantes y supermercados.
¿Qué forma le darías tu a la pasta si tuvieras esta impresora?
La moda italiana apuesta por las impresoras 3D.
El uso de piezas de ropa imprimidas por una impresora 3D multimaterial ya ha llegado a las colecciones de moda italianas.
La compañía Gruppo Meccaniche Luciani ya ha apostado por las nuevas tecnologías y por los sistemas de producción avanzados sacando al mercado una línea de calzados llamado “prototipo rápido”, fabricada desde una impresora 3D Multimaterial. Indican que su herramienta estrella es la impresora 3D multimaterial Stratasys Object 500 Connex3. Con ella han creado varios pares de zapatos, una pulsera, un bolso y un top de alta costura. Nos informan que para ello se han inspirado en las curvas de la naturaleza, dando lugar a prendas tan originales y sofisticadas como las que os mostramos a continuación.
Al diseñar la línea de zapatos les preocupaba que el material fuera suficientemente resistente y cómodo para el uso diario, con las mismas características que el zapato convencional. Tras varias pruebas consiguieron encontrar el material correcto, donde el contacto con la piel fuera agradable y la durabilidad de la suela se prolongara sin que se rompiese.
Otro factor que tuvieron que tener en cuenta es la resistencia del peso de los productos , por ejemplo, del bolso. El bolso, que tiene un aspecto similar al de una flor, se compone de triángulos construidos capa por capa, que se asemeja a cualquier objeto futurista que hayamos visto en alguna película. Así pues, utilizando los materiales rígidos que nos ofrecen las impresoras 3D, el bolso puede soportar el peso suficiente para su uso diario.
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Verdades y mentiras en torno a la impresión en 3D
Mucho se habla de las impresoras 3D, de sus características, rasgos y funciones. En una sociedad como la actual, donde predomina lo digital por encima de lo analógico, no es extraño el éxito que han alcanzado estos objetos, en los que vamos a posar la mirada en estas líneas.
En primer lugar, conviene reseñar la existencia de un amplio catálogo de este tipo de impresoras, cuyo precio y cualidades varían notablemente. En este sentido, para aquellos que busquéis una impresora 3D para el uso doméstico, debéis conocer que su funcionamiento se centra en la deposición de chorro de plástico que, a diferencia de otras tecnologías, supone que una vez construido el objeto requiere retirar el material de soporte, de manera que éstos salen de la impresora terminados.
Asimismo, nos encontramos ante objetos tecnológicos complejos, que precisan ser calibradas y un nivel de mantenimiento constante. Así, es necesario tener un cierto nivel de conocimiento de software y ser consciente de que no son aparatos infalibles, por lo que podrán sufrir desajustes.
Con respecto a los materiales que esta tipología de impresoras permite utilizar, éstos se centran principalmente en ABS y PLA, plásticos de rasgos muy parecidos. De hecho, se trata de materiales que ofrecen al usuario una gran variedad de aspectos y texturas, desde la madera a la piedra arenisca, pasando por el nylon, el filamento ABS o filamento PLA fluorescente y el plástico semitransparente.
Por último, conviene hacer una apreciación en torno a aquellos lectores que busquéis en la adquisición de una impresora 3D vuestro medio de vida como fabricante de productos. En esta línea, conviene que sepáis que de ser éste vuestro objetivo debéis buscar una impresora 3D competente, cuyo precio será notablemente superior a la media de estos aparatos. Así, la adquisición de un equipo profesional te ayudará al desarrollo exitoso de tu negocio.
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