Atrás han quedado los tiempos en los que los usuarios se convencían de que imprimir era un proceso en el que sólo podían utilizar cartuchos de tinta originales de la marca correspondiente con su impresora. La crisis y la aparición de diferentes alternativas ha hecho que estos se convenzan de optar por otras vías alternativas y cada vez son más los consumidores que descartan comprar cartuchos oficiales.
¿A qué se debe este cambio? ¿Se trata de un hecho puntual y coyuntural o una cuestión más bien de carácter estructural, con visos de futuro? Lo cierto es que a día de hoy son numerosos los usuarios que se muestran concienciados con la necesidad de ahorrar sin perder calidad, por lo que la marca blanca supone un 40 por ciento del total de nuestras compras.
Son datos de la consultora Nielsen, que nos ofrece los resultados de manera desglosada. En este sentido, resulta realmente interesante observar la partida de gasto que destinamos a los cartuchos de tinta o tóner, pues en estos casos las marcas blancas monopolizan las compras. En concreto, esta cifra alcanza el 61 por ciento de los casos de comercio electrónico.
Es decir: que seis de cada diez usuarios que realizan sus compras a nivel online optan por los cartuchos alternativos, dejando una cuota de mercado del 40 por ciento a los originales. Unos datos que reflejan el incremento del consumo de cartuchos alternativos, pues este ha sido de un 14 por ciento en el último año.
Aunque desconocemos si nos encontramos ante un hecho puntual o con visos de continuidad, lo cierto es que las opiniones de los usuarios tienden a reflejar que en el futuro la opción más repetida entre los consumidores será la segunda. De hecho, son varios los motivos que los usuarios alejan para seleccionar cartuchos de marca blanca para sus impresoras.
Entre los más destacados y repetidos en las respuestas se encuentran la diferencia de precio establecido entre el fabricante de la impresora y la marca blanca -con escalones de hasta un 70 por ciento- así como la comprobación de que no existe pérdida de calidad apreciable a primera vista entre los trabajos impresos en cartuchos alternativos y los originales.
Así, la mayoría de la audiencia sostiene que el uso y compra de cartuchos de tinta y tóners compatibles se constituyen como una vía de consumo en alza, puesto que permiten que los clientes no se encuentren cautivos de los precios establecidos por las grandes marcas del sector de la impresión.
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