A pesar de que las nuevas tecnologías han reducido notablemente el volumen de documentos con los que hoy en día se cuentan en una oficina, las empresas de todo el mundo continúan utilizando las impresoras a ritmo diario. De ahí que sea necesario reducir el consumido y contribuir al cuidado del medio ambiente. Para ello se requiere concienciar a los empleados con una serie de buenas prácticas que mejoren la impresión y no terminen generando más desperdicios de los que se necesitan.
En este sentido, son varios los consejos por los que una empresa debería apostar para mejorar sus resultados en lo que respecta a la eficiencia energética de sus impresiones. Comenzando por la renovación de la flota de impresoras. Una solución que no siempre las organizaciones se pueden permitir pero que les permitiría optar por aquellos modelos de última generación. Un gasto a priori pero que le llevará a limitar su número de copias y a utilizar los equipos de manera inteligente. Para ello, nada mejor que comparar precios y quedarse con aquella que mejor rendimiento de impresiones le ofrezca.
Una opción a la que se debe añadir el conocimiento de la impresora por parte de los usuarios. De este modo, estos no se deben limitar a conectarlas y a imprimir documentos como viene el modo establecido. Por el contrario, es preferible que las empresas aprendan a utilizar su potencial, pues solo sabiendo los trucos para potenciar la eficiencia y ahorro en el trabajo se llevará a cabo una calidad final de la impresión más alta.
En tercer lugar es importante optar por reducir documentos, para lo que no hay nada mejor que reutilizar los mismos y, una vez que estos ya no sirven más para imprimir, reciclarlos. Dar una segunda oportunidad a los materiales con los que se trabaja funciona para mejorar el rendimiento económico de la organización. Así, nada mejor que seleccionar los folios que se utilicen para imprimir varias veces, hasta que no puedan volver a ser utilizados y en esta ocasión sí hayan de ser reciclados.
En paralelo, también se puede optar por utilizar la tinta electrónica, que no es otra opción que aparcar los dispositivos analógicos de un lado y se opte por hacer un uso más intensivo de los dispositivos electrónicos, que cuentan con condiciones de iluminación especiales para mejorar la lectura de documentos si necesidad de que el usuario vea resentida su capacidad de visión.
En la misma línea, también es aconsejable usar el correo electrónico en lugar de entregar impresiones en mano. Una forma fácil de compartir la información con los demás miembros de la organización y una herramienta con la que los niveles de consumo de las impresoras bajarán notablemente.
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